El Reino Unido está cambiando rápidamente hacia los vehículos eléctricos (EV) para cumplir su objetivo de emisiones “netas cero” para 2050. Esta transición implica nuevos impuestos para los conductores de vehículos eléctricos, la próxima prohibición de la venta de automóviles nuevos de gasolina y diésel y un importante impulso para ampliar la infraestructura de carga. Aquí hay un desglose de lo que necesita saber.
Nuevas tarifas viales para automóviles eléctricos e híbridos
A partir de abril de 2028, los conductores de vehículos eléctricos pagarán una tarifa de carretera de 3 peniques por milla, mientras que los conductores de híbridos enchufables pagarán 1,5 peniques por milla. Estas tasas aumentarán anualmente con la inflación. La medida tiene como objetivo crear un “sistema más justo” para todos los conductores, ya que los vehículos eléctricos actualmente evitan los impuestos sobre el combustible que pagan los vehículos de gasolina y diésel.
Por ejemplo, un conductor que recorra 8.500 millas al año pagará alrededor de £255, aproximadamente la mitad del costo por milla en comparación con el impuesto tradicional sobre el combustible. El gobierno proyecta que estos cargos generarán £1,1 mil millones de libras esterlinas en 2028-29, aumentando a £1,9 mil millones de libras esterlinas en 2030-31. El kilometraje se comprobará anualmente, normalmente durante la prueba MOT.
El impuesto especial sobre vehículos (VED) ya se aplica a los vehículos eléctricos: 10 £ durante el primer año para los coches nuevos, luego 195 £ al año. Los coches que cuestan más de £40.000 (que llegarán a £50.000 en 2026) se enfrentan a un “impuesto a los vehículos de lujo” de £425 al año. Los conductores de Londres también pagarán la tasa por congestión a partir de 2026.
La prohibición de vehículos nuevos de gasolina y diésel en 2030
El Reino Unido prohibirá la venta de coches nuevos de gasolina y diésel a partir de 2030, obligando a que todos los vehículos nuevos sean eléctricos o híbridos. Los híbridos seguirán estando disponibles hasta 2035. La UE hará lo mismo en 2035. Esta política es fundamental para reducir las emisiones del transporte, que representaron más de una cuarta parte de las emisiones del Reino Unido en 2023.
Adopción y costos de automóviles eléctricos
Las ventas de vehículos eléctricos están creciendo. Las matriculaciones pasaron de 29.800 en octubre de 2024 a 36.800 en octubre de 2025, lo que representa una cuarta parte de las ventas de coches nuevos. El objetivo es alcanzar el 80% para 2030. La mayoría de las compras de vehículos eléctricos son realizadas por empresas (73%), y los compradores privados representan el 27%.
El mercado de vehículos eléctricos usados también se está expandiendo, con 80.600 unidades vendidas entre julio y septiembre, lo que representa el 4% de las ventas de segunda mano. Actualmente, hay al menos 1,7 millones de vehículos eléctricos en las carreteras del Reino Unido, lo que representa aproximadamente el 5% de la flota total.
Hay subvenciones gubernamentales de hasta £3.750 disponibles para modelos elegibles de menos de £37.000, y recientemente se anunció una financiación adicional de £1.300 millones. El arrendamiento es popular: se alquilan 680.800 vehículos eléctricos, casi la mitad de todos los arrendamientos.
Los costes de funcionamiento pueden ser más bajos que los de la gasolina/diésel, especialmente con la carga en el hogar (5% de IVA frente al 20% para los cargadores públicos). Sin embargo, la carga pública rápida a veces puede superar los costes del combustible. Los coches eléctricos suelen requerir menos mantenimiento.
Infraestructura de carga: avances y desafíos
El Reino Unido tiene casi 87.000 puntos de carga públicos en 44.000 ubicaciones. El gobierno está invirtiendo £200 millones adicionales para acelerar el despliegue. A pesar de los avances, la disponibilidad en las autopistas sigue siendo “irregular”.
Actualmente, el 43% de los puntos de recarga se concentran en Londres y el sureste, dejando a otras regiones desatendidas. Desde 2022 se han instalado más de 28.000 tomas de carga domésticas y casi 14.000 cargadores públicos en vía pública desde 2017.
Conclusión
El cambio a los vehículos eléctricos es inevitable, impulsado por objetivos ambientales y políticas gubernamentales. Los nuevos impuestos, la próxima prohibición de las ventas de gasolina y diésel y las inversiones en infraestructura señalan un paso decisivo hacia un futuro sin emisiones. Si bien persisten desafíos con respecto a la asequibilidad y el acceso a la carga, el Reino Unido está comprometido a acelerar la adopción de vehículos eléctricos y lograr sus objetivos climáticos.






























