Un cometa recién descubierto, C/2025 K1 (ATLAS), se ha fragmentado dramáticamente después de un encuentro cercano con el Sol, como lo confirman recientes observaciones telescópicas. La fragmentación fue capturada en detalle por astrónomos utilizando telescopios robóticos y tradicionales, ofreciendo una rara visión de la naturaleza volátil de estos visitantes helados.
Acercamiento cercano del cometa y ruptura inicial
El cometa hizo su máxima aproximación al sol el 8 de octubre, y las imágenes posteriores revelaron la desintegración de su núcleo o núcleo helado. El astrónomo Gianluca Masi del Proyecto del Telescopio Virtual documentó la ruptura, mostrando múltiples fragmentos distintos emergiendo del cometa original.
“Las imágenes muestran claramente tres fragmentos del núcleo original, con un posible cuarto también presente”, afirmó Masi.
Las observaciones, realizadas entre el 11 y el 18 de noviembre, utilizaron un telescopio Celestron C14 y una cámara CCD sensible para capturar exposiciones de 60 segundos. Estas exposiciones se combinaron en una animación que muestra los fragmentos moviéndose entre sí.
Se confirma mayor fragmentación
Observaciones adicionales realizadas el 11 de noviembre por el Observatorio Asiago en Italia utilizando el telescopio Copérnico de 1,82 metros confirmaron que el cometa ya se había dividido en al menos dos fragmentos separados, separados aproximadamente 1.200 millas. Los astrónomos también sospecharon en ese momento la presencia de un tercer fragmento, más débil.
Origen y significado de cometas como ATLAS
Se cree que el cometa ATLAS, como muchos cometas de período largo, se origina en la nube de Oort, una reserva distante de cuerpos helados que rodean nuestro sistema solar. Esta región, situada en los márgenes de la influencia gravitacional del Sol, contiene miles de millones de pequeños objetos helados.
La desintegración de los cometas cerca del sol es algo común, ya que el calor solar hace que los materiales volátiles se vaporicen, rompiendo la estructura helada. El estudio de estos eventos proporciona información valiosa sobre la composición y el comportamiento de los cometas, que se consideran remanentes del sistema solar primitivo.
La desintegración de C/2025 K1 (ATLAS) es un vívido recordatorio de los procesos dinámicos que dan forma a nuestro sistema solar y la naturaleza transitoria de estos visitantes celestiales.
La fragmentación del cometa ofrece una oportunidad única para que los astrónomos estudien la composición y el comportamiento de los cuerpos helados en condiciones extremas. El evento subraya las fuerzas violentas pero naturales que están en juego en nuestro sistema solar.




























