Blue Origin lanzó con éxito su cohete New Glenn el jueves, transportando un par de naves espaciales de la NASA con destino a Marte. La misión marca un importante paso adelante tanto en la ciencia planetaria como en el desarrollo de sistemas de lanzamiento reutilizables, y la recuperación exitosa del propulsor demuestra un progreso hacia la reducción del costo de los viajes espaciales.
El New Glenn, de 321 pies, despegó de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral después de un retraso de cuatro días causado por el clima adverso y fuertes tormentas solares. El lanzamiento desplegó los orbitadores gemelos de la NASA a Marte, Escapade, en un viaje de varios años para estudiar la atmósfera y los campos magnéticos del planeta rojo. Este lanzamiento es crucial no solo para el descubrimiento científico sino también porque muestra la capacidad de Blue Origin para entregar cargas útiles más allá de la órbita terrestre, un requisito clave para futuras misiones lunares y marcianas.
La tecnología reutilizable reduce los costos
Un elemento clave de la misión fue la recuperación del propulsor New Glenn después de la separación de etapas. Al aterrizar el propulsor en posición vertical en un barco no tripulado a 375 millas de la costa, Blue Origin demostró su capacidad para reciclar hardware, un método del que SpaceX fue pionero pero que ahora está siendo adoptado por más empresas. Esta reutilización es fundamental para reducir la carga financiera de la exploración espacial y hacer que las misiones futuras sean más sostenibles.
Escapada: Mapeo de la atmósfera marciana
Los orbitadores Escapade pasarán un año en órbita terrestre antes de aprovechar la asistencia gravitatoria a finales de 2026 para llegar a Marte en 2027. Una vez en órbita, la nave espacial mapeará la atmósfera superior del planeta y los campos magnéticos dispersos, investigando cómo interactúan con el viento solar. Esta investigación es vital para comprender cómo Marte perdió su atmósfera a lo largo de miles de millones de años, pasando de ser un mundo potencialmente habitable al planeta seco y polvoriento que conocemos hoy.
La misión también tiene implicaciones para la seguridad de los astronautas, ya que los datos recopilados ayudarán a los científicos a desarrollar mejores estrategias para proteger a las futuras tripulaciones del duro entorno de radiación de Marte.
Ciencia de bajo costo en acción
Gestionada y operada por UC Berkeley, la misión Escapade es un esfuerzo de presupuesto relativamente bajo, que cuesta menos de 80 millones de dólares. La NASA aseguró un lugar de vuelo temprano en New Glenn para ahorrar dinero, aunque la ventana de lanzamiento casi se perdió debido a preocupaciones sobre la confiabilidad del cohete.
La carrera espacial continúa
El lanzamiento de New Glenn es parte de una competencia más amplia entre empresas espaciales privadas, en particular Blue Origin y SpaceX. Ambas empresas compiten por contratos con la NASA, incluidos futuros alunizajes en el marco del programa Artemis. La NASA reabrió recientemente el contrato para el primer alunizaje tripulado, citando preocupaciones sobre el cronograma de desarrollo de Starship de SpaceX, creando una oportunidad para que Blue Origin vuelva a participar en la competencia.
La agencia también está presionando para acelerar las misiones lunares tripuladas, con el objetivo de devolver a los astronautas a la superficie a finales de la década para mantener el liderazgo en la exploración espacial y competir con las crecientes ambiciones de China.
Esta misión subraya el papel cada vez mayor de las empresas privadas a la hora de impulsar la innovación y reducir los costos en la exploración espacial, mientras que la carrera para devolver a los humanos a la Luna y, eventualmente, a Marte, sigue siendo un foco central para la NASA y sus socios.




























