Dirigirse a las ‘células zombis’ en los vasos sanguíneos es prometedor para el tratamiento de la diabetes

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Una nueva investigación sugiere que eliminar las células senescentes (o “zombis”) que recubren los vasos sanguíneos podría ser una estrategia clave en el tratamiento de enfermedades metabólicas como la diabetes. El estudio, publicado en Cell Metabolism el 20 de noviembre, identifica un vínculo directo entre la acumulación de estas células y la disfunción metabólica relacionada con la edad.

El papel de las células endoteliales senescentes

Las células senescentes son aquellas que han dejado de dividirse pero permanecen en el cuerpo. Si bien algunas células senescentes ayudan en la curación de heridas, su acumulación con el tiempo está cada vez más relacionada con enfermedades relacionadas con la edad. Este estudio se centró específicamente en las células endoteliales, que recubren los vasos sanguíneos y son vitales para la regulación metabólica. Los investigadores descubrieron que cuando estas células se vuelven senescentes, liberan moléculas inflamatorias, lo que altera los procesos metabólicos y contribuye a la resistencia a la insulina y la obesidad.

Evidencia experimental: ratones y tejido humano

El equipo realizó experimentos con ratones. Se estudiaron ratones obesos con altos niveles de células endoteliales senescentes después de eliminarlas. El resultado: menor masa grasa, mejor control del azúcar en sangre y mejor función metabólica. Por el contrario, el trasplante de células endoteliales senescentes en ratones sanos indujo resistencia a la insulina y niveles elevados de azúcar en sangre.

Para confirmar los hallazgos, los investigadores probaron la fisetina, un fármaco senolítico que elimina las células senescentes, tanto en ratones como en muestras de tejido humano. En ambos casos, la fisetina redujo las células senescentes y mejoró la tolerancia a la glucosa. Las pruebas realizadas en adultos obesos arrojaron resultados similares.

Implicaciones para el envejecimiento y las enfermedades

Los hallazgos sugieren que apuntar a las células senescentes de los vasos sanguíneos podría abordar un amplio espectro de enfermedades relacionadas con la edad, no solo la diabetes. La Dra. Christina Aguayo-Mazzucato, de la Facultad de Medicina de Harvard, señala que al centrarse en un objetivo unificador como los vasos sanguíneos, se podrían desarrollar tratamientos que combatan simultáneamente múltiples afecciones relacionadas con el envejecimiento.

“En lugar de tratar el cáncer, la diabetes, el Alzheimer o el Parkinson como entidades separadas, la idea es que todos están relacionados con la edad y comparten vías comunes”, dice Aguayo-Mazzucato.

Esta investigación representa un paso importante hacia el desarrollo de terapias que aborden el envejecimiento a un nivel fundamental abordando el papel de las células senescentes en la disfunción metabólica.