Un descubrimiento innovador en el noroeste de Kenia está reescribiendo nuestra comprensión de la evolución humana, sugiriendo que los primeros humanos no solo usaban herramientas de manera oportunista, sino que inventaban y transmitían tecnología activamente durante cientos de miles de años. Los investigadores que analizan un sitio llamado Namorotukunan han descubierto que el uso continuo de herramientas de piedra abarca unos asombrosos 300.000 años, un período mucho más largo de lo que se imaginaba anteriormente.
Cuestionando supuestos anteriores
Durante años, se creyó que el uso temprano de herramientas humanas era un fenómeno esporádico: un breve experimento abandonado rápidamente. El hallazgo de Namorotukunan, sin embargo, revela una notable continuidad de comportamiento, lo que cuestiona esta noción. El descubrimiento indica que el uso de herramientas entre los humanos y sus antepasados probablemente sea mucho más temprano y más consistente de lo que se creía anteriormente.
El sitio Namorotukunan: una ventana al pasado
Los arqueólogos pasaron una década excavando el sitio, desenterrando más de 1.300 lascas de piedra, piedras de martillo y núcleos de piedra. Estas herramientas, elaboradas con una tecnología conocida como olduvayense, representan el método de fabricación de herramientas de piedra más antiguo y extendido. En particular, se encontraron los mismos tipos de herramientas en tres capas geológicas distintas, cada una correspondiente a un momento diferente en el tiempo, lo que hizo retroceder la línea de tiempo para el uso sostenido de herramientas.
Evidencia de habilidad e ingenio
La calidad de las herramientas encontradas en Namorotukunan indica además un alto nivel de sofisticación entre los fabricantes de herramientas. El geocientífico Dr. Dan Palcu Rolier, de la Universidad de São Paulo, señaló que los fabricantes de herramientas “sabían cómo encontrar las mejores materias primas” y que las herramientas en sí están excepcionalmente bien hechas: lo suficientemente afiladas como para cortarse los dedos. Esto sugiere una artesanía experta y una selección deliberada de materiales.
La tecnología como estrategia de supervivencia
La investigación destaca cómo el uso de herramientas permitió a estos primeros humanos prosperar durante períodos de cambios ambientales dramáticos. La región pasó de exuberantes humedales a pastizales secos y semidesiertos. Si bien las poblaciones animales normalmente se adaptarían a través de la evolución o migrarían, los fabricantes de herramientas adaptaron sus métodos para asegurar los recursos alimentarios.
“La tecnología permitió a estos primeros habitantes del este de Turkana sobrevivir en un paisaje que cambia rápidamente, no adaptándose ellos mismos, sino adaptando sus formas de encontrar alimentos”. – Dr. Dan Palcu Rolier
La capacidad de acceder a diferentes fuentes de alimentos a través de la tecnología proporcionó una ventaja crucial, que permitió a estos primeros humanos sortear los desafíos que presentaba un entorno cambiante. La evidencia encontrada en el sitio revela huesos de animales que fueron rotos y cortados con herramientas de piedra, lo que indica un uso constante de la carne como fuente de alimento durante este período de cambio.
Repensar la relación entre el tamaño del cerebro y el uso de herramientas
El descubrimiento también desafía la creencia generalizada de que el uso continuo de herramientas surgió mucho más tarde, coincidiendo con la evolución de cerebros humanos más grandes. El hecho de que se utilizaran herramientas sofisticadas antes de este importante aumento del tamaño del cerebro sugiere que los primeros humanos poseían un ingenio y una adaptabilidad notables.
“El argumento es que estamos viendo un aumento bastante sustancial en el tamaño del cerebro. Y por eso, a menudo se ha afirmado que el uso de herramientas les permitió alimentar este gran cerebro. Pero lo que estamos viendo en Namorotukunan es que estas herramientas realmente tempranas se utilizan antes de que aumente el tamaño del cerebro”. – Prof. David Braun
Un vistazo a las raíces profundas de la humanidad
Hace aproximadamente 2,75 millones de años, la región fue el hogar de algunos de los primeros humanos, que tenían cerebros relativamente pequeños. Estos individuos probablemente vivieron junto a los australopitecos, un grupo de ancestros prehumanos caracterizados por dientes más grandes y una mezcla de rasgos humanos y de chimpancé. El hallazgo de Namorotukunan muestra una imagen de estos primeros humanos dando forma activamente a su mundo a través de la tecnología, lo que demuestra que nuestra capacidad para adaptarnos e innovar mediante el uso de herramientas está profundamente arraigada en nuestra historia, que se remonta a hace 2,75 millones de años y probablemente incluso antes. Este descubrimiento altera fundamentalmente nuestra comprensión de la evolución humana y resalta la notable capacidad de invención que definió a nuestros primeros antepasados.




























