Las antiguas anacondas alcanzaron el tamaño moderno hace 12,4 millones de años

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Las antiguas anacondas alcanzaron el tamaño moderno hace 12,4 millones de años

Nueva evidencia fósil de Venezuela revela que las anacondas gigantes alcanzaron su impresionante tamaño actual sorprendentemente temprano en su historia evolutiva (hace aproximadamente 12,4 millones de años) y lo han mantenido desde entonces. Contrariamente a las suposiciones anteriores, estas enormes serpientes no crecieron aún más durante los períodos más cálidos, desafiando las creencias arraigadas sobre el gigantismo dependiente de la temperatura en los reptiles.

El descubrimiento

Los paleontólogos analizaron fósiles de 32 anacondas antiguas del estado Falcón, Venezuela, midiendo 183 columnas vertebrales para reconstruir la longitud del cuerpo de estos reptiles prehistóricos. El estudio, publicado en el Journal of Vertebrate Paleontology, combina estos nuevos hallazgos con datos fósiles existentes de Brasil, Colombia y Perú. ¿El resultado? Las anacondas antiguas ya medían entre 4 y 5 metros de largo (el mismo tamaño que las anacondas modernas ) poco después de su aparición en la América del Sur tropical.

Por qué esto es importante

Este descubrimiento es significativo porque echa por tierra la noción de que las anacondas alguna vez fueron incluso más grandes, particularmente durante la época más cálida del Mioceno. Se sabe que las serpientes son sensibles a la temperatura, y los climas más cálidos suelen soportar tamaños corporales más grandes. Sin embargo, los fósiles indican que las anacondas alcanzaron su tamaño máximo desde el principio y no lo han superado a pesar de los cambios climáticos posteriores. Esto sugiere que otros factores, probablemente relacionados con la disponibilidad de presas y las presiones ecológicas, fueron más críticos para determinar su tamaño que la temperatura por sí sola.

Resiliencia en un mundo cambiante

También es destacable la supervivencia de estas serpientes gigantes. Mientras que otra megafauna, como los cocodrilos y las tortugas gigantes, se extinguieron a medida que las temperaturas globales se enfriaron y los hábitats se redujeron, las anacondas demostraron ser notablemente resistentes. Su continua presencia en la cuenca del Amazonas, con sus abundantes fuentes de alimento como capibaras y peces, demuestra su adaptabilidad.

Confirmación mediante reconstrucción

Los investigadores validaron aún más sus hallazgos utilizando la reconstrucción del estado ancestral, un método que analiza los árboles genealógicos evolutivos para estimar la longitud del cuerpo de especies antiguas. Este análisis secundario confirmó los resultados iniciales, solidificando la conclusión de que las anacondas ya eran grandes cuando aparecieron por primera vez en América del Sur.

El estudio subraya que las anacondas no son reliquias de un pasado más cálido sino más bien un linaje exitoso y duradero que ha mantenido su impresionante tamaño durante más de 12 millones de años. Su resiliencia frente a los cambios ambientales pone de relieve la compleja interacción entre evolución, ecología y supervivencia.